domingo, 18 de octubre de 2009

El caballo de Neruda

Unos pasos más y se llega a la “pieza del caballo”, que Neruda hizo construir especialmente para un gran caballo traído de Temuco. La habitación en 1960, cuando la casa de Isla Negra parecía definitivamente terminada, para darle lugar especial a este inmóvil equino milagrosamente salvado de un terremoto en Valparaíso, que dañó gravemente la casa de Neruda en el cerro de Florida. Como cada objeto, tiene su historia. Cuando adolescente, Pablo Neruda pasaba siempre frente a la ferretería de Temuco en cuya puerta se encontraba el caballo. Y cada vez le acariciaba el hocico. Años más tarde, se cansó de rogarle al dueño que se lo vendiera, recibiendo siempre inflexibles negativas. Hasta que un día la ferretería se incendió: “Salven el caballo de Pablo”, gritaba la gente. Y se salvó, convertido en el primer objeto que sacaron los bomberos de entre llamas. Poco más tarde, el poeta finalmente pudo comprarlo en una subasta.

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